La salud auditiva: prevención, causas y cifras relevantes

Con la llegada del verano, los problemas auditivos se acrecientan. Sobre todo, porque incrementamos las horas en las que estamos en el exterior, con el consiguiente impacto que supone la exposición constante a los ruidos (algunos de ellos demasiado fuertes y bruscos), así como el hecho de que pasemos gran parte de las vacaciones en la playa o la piscina. Más de 1.500 millones de personas en todo el mundo viven con algún grado de pérdida auditiva y se espera que esta cifra aumente a 2.500 millones para 2050 debido al envejecimiento de la población y la exposición a ruidos fuertes.

La pérdida auditiva no tratada o tratada de forma inadecuada puede provocar consecuencias negativas en el cerebro, responsable de la audición, y afectar a las personas que la sufren en diferentes aspectos de la vida diaria. Entre los principales problemas que puede generar la pérdida auditiva se sitúan el aislamiento social, el equilibrio deficiente con mayor riesgo de caídas, el deterioro cognitivo acelerado, la demencia y el Alzheimer.

 

Uso de Audífonos

Según los datos reflejados en el estudio Eurotrak 2023, más de cinco millones de personas tienen pérdida de audición tratable con audífonos en España, pero solo un 38,8 % los utilizan. Por otro lado, nueve de cada diez usuarios declaran estar satisfechos o muy satisfechos con sus audífonos, a la vez que otros nueve de cada diez dicen que estos han mejorado su calidad de vida. Finalmente, siete de cada diez usuarios desearían haberlos empezado a llevar antes.

 

 Causas

Según los especialistas de IMQ son muchos los motivos que conducen a la pérdida de audición parcial o total. En primer lugar, la edad, sobre todo porque, como el resto de nuestro organismo, el oído también se va deteriorando con los años y como consecuencia se pierde capacidad auditiva. Otra causa es la exposición a ruidos fuertes de forma prolongada. Es el caso de los músicos, los trabajadores de la construcción o aquellas personas que han estado siempre rodeadas de mucho ruido en sus trabajos o profesiones. En tercer lugar, la exposición a diferentes enfermedades, como virus, bacterias, ataques cerebrales o al corazón, la presencia de tumores e, incluso, el uso prolongado de ciertos medicamentos.

El problema de la pérdida de audición sigue siendo un estigma para las personas que lo padecen, de ahí la imperiosa necesidad de que la población esté concienciada de que muchas de las causas que llevan a la pérdida de audición pueden evitarse. Fundamentalmente porque los audífonos ya no son sólo para los mayores, sino que también son utilizados por muchas personas con pérdida auditiva de todas las edades para recuperar la audición y eliminar barreras sociales.

 

Prevención

Ruidos: Protegernos frente a ruidos fuertes es necesario como medida para prevenir la pérdida de audición. En este sentido, son muchas las empresas que han presentado diversas iniciativas para concienciar a la población sobre la necesidad de revisar su salud auditiva. Así, entre las principales estrategias, destacan reducir el volumen en los dispositivos de audio personales a, como máximo, el 60 % de la escala que permite cada aparato; no sobreexponer los oídos a la música alta; proteger los oídos de los sonidos fuertes, por lo que es aconsejable usar tapones para los oídos; reducir los ruidos de fondo; mantener distancia con las fuentes de sonido fuerte (por ejemplo, de los altavoces); elegir dispositivos que regulen el volumen automáticamente, y, sobre todo, consultar al especialista si se experimenta dolor de oído, una sensación de zumbido permanente (tinnitus) o dificultad para seguir las conversaciones.

Factores externos: Según detalla la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen alrededor de 600 categorías diferentes de medicamentos que pueden causar daño en la audición de forma permanente, entre ellos, determinados antibióticos y tratamientos del cáncer, o bien de forma temporal, como los analgésicos de salicilato, la quinina (para la malaria) o algunos diuréticos, empleados en enfermedades renales o cardíacas.

 

Fuente: IM Ópticas
Puedes leer la noticia completa en la revista #16 de IM Ópticas: https://www.imopticas.es/revista/16/58/